Maternidades II: caminos diversos hacia nosotras mismas
- Lilyán de la Vega
- hace 4 días
- 3 Min. de lectura
Suelo decir que los seres humanos no somos tan originales….
A veces nos sentimos aisladas, y juramos que somos las únicas que experimentamos lo que nos sucede.
Y lo digo con conocimiento de causa: hace unos 25 años fundé la revista #SoyMamáMás, en un tiempo donde ni las redes sociales existían y yo sentía que era la única profesionista que se había vuelto mamá y se sentía perdida:

¿No debería sentir esa famosa “realización de la mujer” ahora que tenia un bebé?;
¿Era acaso una “madre desnaturalizada”, un extraño fenómeno en la sociedad?
Como hago cada que me siento perdida me puse a #escribir. Y mis reflexiones en tinta se convirtieron pronto en una revista que se distribuía gratuitamente en México a través de una famosa cadena de ludotecas, y más tarde en un movimiento de #networking conformado por 300 mamás, que promovía el autoempleo (por salud financiera, pero sobre todo, por #SaludMental).
E insisto, no éramos muy originales, pese a que podíamos tener experiencias muy diversas. Todas compartíamos estas contradicciones internas que sólo nos atrevíamos a confesarnos entre nosotras: "Amo locamente a mi bebé Y al mismo tiempo, ¡extraño mi vida de antes!”

Fue maravilloso encontrarnos. Saber que no estábamos tan solas en esa experiencia que parecía de "bicho raro" y que en realidad no era tan extraña, pero por ser considerada un tabú en pleno s. XX. era poco compartida y generaba mucha #culpa.
Poder nombrar lo que sentíamos y saber que no nos juzgaban fue muy importante para ese momento de nuestras vida; experimentamos el enorme alivio de sentirnos validadas y acompañadas, profundamente comprendidas desde nuestras experiencias únicas y compartidas.
Ahí aprendí lo relevante que puede ser compartirnos con autenticidad en un #EspacioSeguro. Cuando lo hacemos, no solo nos sentimos liberadas al expresar nuestra verdad, sino que también liberamos a otras de esa soledad existencial que se puede vivir en este mundo que nos exige ajustarnos a las expectativas sociales de cada experiencia vital.
No todas las mamás que conformábamos Soy Mamá y Más teníamos la misma experiencia de la maternidad; pero todas sabíamos que la nuestra, aunque no fuera la más tradicional, era válida, valiosa y digna de respeto.
En México, el 10 de mayo se celebra el Día de la Madre. Y con este breve texto te deseo que, si eres madre -biológica o no- o si ejerces de alguna forma el maternaje, esta celebración te de el espacio para reconciliarte con tu propia manera de ejercerlo; y si eres hija, que puedas reconocer que tu madre enfrentó el desafío con las mejores herramientas internas que tenía y reconciliarte con ello.
Al final, todas las personas que ejercemos el maternaje lo hacemos de manera única, producto de nuestras propias experiencias de vida, herramientas y recursos disponibles, anhelando hacerlo de la mejor forma posible.
Ser mamá -o ejercer el maternaje- es uno de los muchos aspectos de nuestra identidad, y aunque culturalmente se asume que "nos sale natural", es como el resto de los roles de nuestra vida, un papel que vamos aprendiendo con la práctica y las circunstancias que nos tocaron y que, en muchas ocasiones, se convierte en un poderoso camino de autodescubrimiento, como suele suceder con los grandes desafíos.
En lo personal, pensar mi maternidad ha sido un proceso arduo, de ya más de dos décadas. Y no porque mis hijos hayan sido difíciles de criar -de hecho, todo lo contrario, creo que me saqué la lotería con dos chavitos llenos de nobleza y de dulzura para mi-, sino porque a mí me costó mucho trabajo acomodarme en el rol de madre, de cuidadora, quizá más concretamente, de adulta. Y la maternidad terminó de aterrizarme ahí -más tarde que temprano, pero ese es tema para otro post. Y por supuesto, no somos solo madres, somos hijas, quizá hermanas, profesionistas, amas de casa, amigas, personas complejas y, en definitiva, seres humanos que vamos por el mundo haciendo malabares con la vida, como todos los demás, pero con una bolita extra en el aire: ésa de cuidar de otros , sepamos o no cómo hacerlo, mientras seguimos en busca de la paz interna y la felicidad propia.
Comentarios